MARY-LOU MANIZER THE BALM

Ay, ¡la cuesta de enero! Ese gran enemigo... ¿o no? Además de ser atea, en mi casa se celebra cualquier cosa menos la Navidad, así que para mí es algo así como muchos domingos seguidos, comemos algún langostino y nos vamos a dormir temprano porque no hay más que especiales de señoras casposas y cantantes que no salen de casa el resto del año. Un poco deprimente, lo sé, pero eso incluye un ahorro importante. Porque ¡no hay regalos! O sí, los que me hago a mí misma. 

Pero sé que en las demás casas no es igual, y donde esté una ganga, que se quite enero y julio. Lo que hoy os traigo es un iluminador baratuelo, que ya conoceréis, pero que yo he conseguido mucho más barato en Aliexpress.

Te cuento cómo y por cuánto si sigues leyendo...

Dónde: Aliexpress (The Balm está en perfumerías)

Precio: 3.70€ (el original cuesta unos 16€)

Cantidad: 8.5 gr

No es poco conocida, precisamente, entre mis allegados mi afición a conseguir gangazas en Aliexpress, y si bien es cierto que el maquillaje suele ser un peligro para la salud, y lo que parece de marca una falsificación como una catedral, esta vez no sé hasta qué punto no es auténtico.

Os explico: en Aliexpress las falsificaciones, tanto de moda como de maquillaje, calzado, etc. se buscan por nombres en clave y no los reales, por razones obvias de legalidad. Por tanto, cuando un vendedor escribe el artículo con el nombre exacto de la marca, hete aquí que no estés ante un producto 100% real! Pasa con las Nike, las New balance y los polos de Lacoste. ¿Problema? Suelen ser productos casi al precio original del mercado y/o a menudo con algún defecto. Este era el caso, puesto que como podéis comprobar, el vendedor (ojo cuidado, que tiene "cosas" de Anastasia Beverly Hills y Bare Minerals) no se oculta lo más mínimo. Y lleva ahí seis meses al menos el producto. ¿El defecto? Aún no se lo encuentro, por lo que tiene toda la pinta de ser la mejor falsificación ever. Y, por encima, bastante más económico que en perfumerías como Primor, Maquillalia, etc.

LA MARCA: THE BALM

Lo que más llama la atención de The Balm son, sin duda, sus envases. Le pasa algo así como a Benefit. Sus nombres tampoco son comunes, con juegos de palabras e imágenes que acaban siendo populares entre el mundo blogger.

The Balm es una marca que nace en 2004 en Nueva York de la mano de Marissa Shipman, cuando se percató de que se necesitaba muy poco para sentirse guapa, así que decidió que si ella no lo necesitaba, las demás probablemente tampoco. Se compró en Amazon 11 libros sobre maquillaje y comenzó a realizar mezclas en su propia cocina. Diseñó una web y contrató a un químico. Ahí, sin miedo y del tirón.

Pero que los productos sean baratos aunque tengan estos packagings y esta historia detrás de "artesanía", no los hace tan caros como pensaríamos y como ocurre en otras marcas. Aún así, este iluminador compacto, el de verdad, cuesta unos 16 pavitos bonitos. Mientras en Aliexpress lo he conseguido por la quinta parte de su precio.

EL PRODUCTO: MARY-LOU MANIZER

Este iluminador pertenece a la gama de contorno, iluminador y colorete "Manizer", junto con el Betty-Lou Manizer y el Cindy-Lou Manizer, que también tiene ese vendedor, por cierto.

Se trata de un iluminador en polvo, prensado, de 8.5 gramos, en un envase redondo de plástico, con espejo incluído en el interior. Además de venir el packaging, tal cual el original, incluía la propia cajita, clavadita a la estética del original (a ver si ahora se va entendiendo porqué este chino es el amo de las falsificaciones).  

He guardado todo y lo tengo tal cual dentro del cajón, porque además de querer enseñárosla para el post, quería guardarlo así. Ahora empiezo a planteármelo, porque lo utilizo casi a diario y es un poco incómodo andar sacando y metiendo en la cajita. Mi trastorno obsesivo compulsivo con el orden me hace no tirarla. 

La textura es absolutamente cremosa y nada polvoriento. Aunque se trata de un producto con muchísimas partículas brillantes, quedan increiblemente bonitas y naturales. No es nada exagerado, ni nada que se vaya a desperdigar por la cara sin control.

Ingredientes: Mica, Isoeicosane, Polyethylene, Boron Nitride, Polysobutene, PTFE, Silica, Synthetic Wax, Dimethicone, Titanium Dioxide (CI 77891), Iron Oxides (CI 77491).

Lo que no me gusta normalmente de los iluminadores de poca calidad es precisamente que con el paso de las horas van perdiendo las partículas mate y solamente se queda una capa de purpurina inconexa por la cara, lo cual me hace parecer una concursante del Carnaval de Tenerife, sin ser yo nada de eso. Con este no me pasa, o se va todo o se queda enterito. 

El tono es un champán muy parecido al iluminador Candlelight de los Celestial Powder de Kevyn Aucoin, salvando las distancias en precio y calidad, obviamente. Quizás sean estos más fríos y menos rosados. Y quizás sea la partícula menos fina. 

Es por este tono que quedan bonitos en casi todas las pieles, natural y no demasiado pigmentado, se difumina de maravilla y, aunque no dura todo el día, aguanta bastante bien en su sitio. He llegado a usarlo como sombra, deja un tono precioso en el párpado y ha sido una matraca constante lo mío con él para diario. Toque difuminado ligeramente en la cuenca, eyeliner, máscara y a la calle. Como iluminador queda increíblemente bonito con bases jugosas como la Face&body de MAC o la Healthy mix serum de Bourjois. Pero también da un toque precioso a bases más cubrientes y mates, que pueden envejecer la piel. 

En definitiva, no es que yo quiera fomentar la falsificación y el robo al empresario occidental, pero por 3€ tengo un iluminador increiblemente versátil, de calidad y que dura en la piel, con un tono precioso, que en perfumerías ronda los 17€. Y, como siempre que encuentro algo bueno, bonito y barato, con B de belleza, os lo tengo que contar.

Contadme si lo conocéis, si conocíais la marca o si tenéis una wishlist infinita como yo para estas fiestas. Me toca ahorrar, me parece ;)